Las plataformas de comunicación por internet como Facebook, Twitter y YouTube son vitales en la sociedad actual. Son la forma en que nos comunicamos entre nosotros y el modo en que nuestros líderes electos se comunican con los ciudadanos. Son una infraestructura esencial. Sin embargo, están dirigidas por empresas con fines de lucro que cuentan con poca supervisión por parte del gobierno. Y esto ya no es sostenible.